martes, 15 de junio de 2010

como aprender

En todo trabajo en el que se emplee madera, en un lugar determinado, o en muchos lugares, hay que clavar un clavo, pues aunque el encolado es un método bueno de fijación, una unión con clavos es más fácil de deshacer en un momento determinado.

Hay muchas maneras de clavar un clavo y esperamos que con los dibujos presentados en este apartado pueda mejorar su técnica de clavado.

Si se colocan los clavos al tresbolillo se evita que la madera se astille, cosa muy frecuente de ocurrir en una persona inexperta. También se evita que la madera se raje si antes de clavar el clavo se aplasta ligeramente la punta con el martillo.

Los clavos colocados de modo oblicuo proporcionan una mayor solidez a la unión. Si se quiere embutir la cabeza del clavo, nada más sencillo que hacerlo sirviéndose de otro clavo colocado transversalmente.

Si el clavo es demasiado largo y una vez clavado sobresale por el otro lado, hay que doblarlo y remacharlo, clavándolo en la madera.

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